Amira Dip tiene 25 años y arrancó a dibujar cuando tenía 10. Ella está apunto de recibirse de nutricionista y utiliza el arte como un cable a tierra, ya sea después de leer o ir al gimnasio. En lo que respecta a esta actividad, ella es 100% autodidacta. "Si tengo muchos quilombos me ayuda un montón", comenta.
En pandemia, Amira estaba estudiando en Tucumán y por las medidas preventivas no pudo volverse al sur, así que comenzó a pintarle ropa a sus amigas y siguió con las paredes de su departamento. Tras ver la genialidad de sus obras sus amigas la incentivaron a abrirse una cuenta de Instagram, la cual recibió gran aceptación. "Yo tenía mil dudas antes de arrancar con eso hasta que me animé, salió super bien por suerte. Empecé pintando ropa, después me encargaron cuadritos y así seguí avanzando".
"Yo hago lo que siento en el momento, lo que me surge. La gente conecta a través de eso, a cada uno le llega de distinta forma el mismo cuadro"
"Los eventos que tuve surgieron de la nada, tengo cositas en mente que de a poquito las voy concretando, pintar en vivo era una de esas. En Antares estaba super nerviosa, me temblaba la mano, pero cuando empecé a pintar se me fue. Por suerte entré 'en esa' de la pintura y la música, fue hermoso. Después pinté en una fiesta electrónica que era un ambiente mucho más grande, donde mucha gente te está viendo", agrega esta artista.
"Pintar en vivo me saca de la comodidad de mi casa, me permite salir de esa zona de confort. Son experiencias nuevas que las recibo con los brazos abiertos"
"Cuando estoy en mi casa soy mucho más chill, más relajada, escucho Reik, Santi Muk, Cultura Profética, Un poco de esa onda", comenta Amira destacando el contraste entre el ambiente de la electrónica y su vida cotidiana.
PINTURA Y BRUNCH, SIN GLUTEN
Con el objetivo de brindar una experiencia distinta e inclusiva, Amira busca darle continuidad a un proyecto llamado "pintura y brunch, sin gluten", un evento que reúne la pintura en vivo con la comida. "Como nutricionista estoy haciendo mi tesis sobre las personas celíacas y es increíble como la vida te va llevando y poniéndote personas en el camino que te relacionan con tu objetivo. A Juli le fui a pintar un mural en su local (@amapolaglutenfree) y pegamos muy buena onda", sostiene Amira respecto a este proyecto.
" Los celíacos forman una gran parte de la población y muchas veces quedan excluidos"
"Mi idea es que tanto personas celíacas, intolerantes al gluten, intolerantes a la lactosa o personas que no puedan consumir azúcar, estén incluidas en este tipo de actividades. En Comodoro falta eso, algo innovador, distinto, donde la mayor parte de la población esté incluida", sentencia está artista que logró vincular sus dos pasiones, la pintura y la buena alimentación.