Agustina Cembe tiene 23 años y es una artista sumamente versátil. Detrás de la cámara ha logrado cosas increíbles, no solo fotografiando a otras personas sino también a ella misma. Luego de la pandemia hacer un taller con Sofía Eme comenzó a incursionar en el autorretrato, disciplina que le ha permitido encontrarse y exponerse. "Cambió mi perspectiva fotográfica al cien", destaca en primer lugar.
Agustina se muestra como una persona desinhibida, por ende posar frente a una cámara no le genera vergüenza. Sin embargo, en el autorretrato se encontró con varios interrogantes ¿Qué cara pongo? ¿Hacía donde miró? fueron parte de las preguntas que comenzaron a surgir. Y es que ya no era fotógrafa sino también modelo.
"Sos la creadora de todo lo que está pasando, la responsable, la voz en esa imagen, te encargaste de poner la cámara, la luz, el encuadre"
"Cuando yo estoy buscando capturar es algo distinto a cuando te están capturando, tener el lente y ser mi propia modelo me expande a nivel creativo. De repente se va todo lo que tenías programado y te empieza a bajar data. Y como sos tu propia modelo no necesitás explicarle a nadie lo que querés hacer, simplemente estás vos frente al lente posando", comenta Cembe.
"El autorretrato es un poco más profundo que poner bien el iso y hacer una buena foto. Es un trabajo con una misma"
Encontrarse es un trabajo que demanda tiempo y mirarse con gusto suele ser a veces bastante difícil, porque siendo sinceros, muchas veces tendemos a ser nuestra persona más crítica. Por este motivo, Cembe comenta que el autorretrato no solo es posar frente al lente y configurar la cámara sino que requiere de esfuerzos más profundos, incluso con resultados reveladores. "El autorretrato tiene algo de la manifestación de heridas, lo más complicado es encontrarte esa cara de 'uffff me está pasando esto'".
"Yo creo que cuando uno se expone siempre tiende a los comentarios negativos. Un fotógrafo a la hora de sacarte fotos no va a ser tan duro como por ahí los vas a ser vos con vos misma"
"Hoy en día tenemos los filtros de Instagram, yo siempre que subo fotos mías las subo con filtro, y se genera una dismorfia de mi cara en mi mente. Después vas al autorretrato y es como 'ha pará, mi cara es otra cosa'. Cuesta encontrar la belleza, aceptarla y abrazarla por eso también el autorretrato es más que ir a sacar fotos, porque te encontrás ahí desnuda con vos misma. Ahí está el gran trabajo del autoestima", sentencia Cembe que indudablemente tiene talento, y obviamente LA NOTA.