El futuro es con nosotras: alcances políticos de la sororidad

El futuro es con nosotras: alcances políticos de la sororidad

Por: Emiliano Díaz Nahuelanca Foto: Karen Hernández
¿Qué habría sido de las mujeres en el patriarcado sin el entramado de mujeres alrededor, a un lado, atrás de una, adelante, guiando el camino, aguantando juntas. ¿Qué sería de nosotras sin nuestras amigas? ¿Qué sería de las mujeres sin el amor de las mujeres?”, escribe la antropóloga feminista Marcela Lagarde en su artículo “Pacto entre mujeres: Sororidad”, en el que explora los alcances de este término mágico y aún desconocido.
 
Si bien la sororidad existe como concepto hace varios siglos y desde el inicio de los tiempos como praxis, su uso común empezó a cobrar importancia en los últimos años, en que se hizo urgente la necesidad de construir alianzas entre mujeres para sobrevivir a los desafíos (y peligros) diarios del patriarcado. La sororidad cuenta con miles de páginas escritas sobre su historia y usos, pero es en el día a día de las mujeres en que esta solidaridad femenina se hace carne y nos salva. Desde la amiga que nos escucha, la compañera que no juzga hasta la ejecutiva que promueve la igualdad de género en su espacio de poder, sus manifestaciones son infinitas. La sororidad es ese núcleo que como mujeres nos ha permitido sobrevivir, incluso sin conocer su nombre y dimensiones teóricas.