Mamá siempre va a estar, no importa la situación, no importa el contexto. Mamá siempre va a estar. Cuando somos chicos pensamos que mamá no tiene miedo, que mamá no tiene inseguridades y que mamá siempre tiene la razón, quizás porque la inocencia no nos deja ver más allá.
Cuando somos chicos pensamos que mamá no tiene hambre y que por eso no llena su plato pero si el nuestro. Mamá hacía parecer todo fácil, que el cansancio no llegaba nunca y que las energías nunca se agotaban. Cuando somos un poco más grandes entendemos un poquitos más.
Cuando somos un poco más grandes nos damos cuenta que mamá si tenía hambre, que sus miedos también eran los nuestros y que el amor debe ser correspondido, porque el amor no es ingrato y sobre todo tiene voluntad.
Cuando comenzamos a crecer entendemos que está bien no coincidir en pensamientos, en que no hay una sola decisión correcta y que a veces chocar es necesario. Porque SOMOS LAS DECISIONES QUE TOMAMOS y mamá nos enseña a tomar decisiones. Mamá nos da la vida y la libertad para vivirla.
Mamá nos enseñó a cruzar la calle, a atarnos los cordones, a decir "permiso, por favor y gracias". Mamá nunca faltó en casa. SOMOS LAS DECISIONES QUE TOMAMOS, mamá eligió estar, por eso merece que sus hijos le digan "mamá", no importa la edad, no importa el lugar, mamá es mamá.
No todas las madres son iguales y no todos tiene la suerte de tener a la mejor mamá del mundo, dicen que solo 6 personas la tienen. No importa la plata que se tenga en el bolsillo o el título que tengas colgado en la pared, del "permiso por favor y gracias" es de donde hay que partir, porque la educación parte de casa, porque a mamá se la honra siendo buena persona. Mamá es hogar. SOMOS LAS DECISIONES QUE TOMAMOS y por todas las decisiones que tomaste, merecés que se te llame mamá. Feliz día.