La carrea política de Sergio Massa es sin ninguna dudas digna de una miniserie, a nivel moral quizás deja mucho que desear, pero que es de película, lo es. Tras la asunción repentina de Silvina Batakis, este hincha de San Lorenzo logró lo impensado, convertirse en "superministro".
Su cartera absorberá los ministerios de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca.
Con tan solo 27 años en 1999 se convirtió en diputado provincial por Buenos Aires, durante la gestión de Néstor Kirchner estuvo al frente del ANSES y en 2007 fue elegido intendente de Tigre, logrando la reelección en 2011. En el 2018 con su partido el Frente Renovador venció a Martín Insaurralde convirtiéndose este vez en diputado nacional por Buenos Aires.
En 2015 perdió las elecciones presidenciales aunque se posicionó como la tercera fuerza arrastrando cerca del 21% del electorado. En ese entonces, en un discurso a viva voz arremetió contra el kirchnerismo. "Voy a ser Presidente porque me da asco la corrupción. Los voy a meter presos, yo no les tengo miedo", destacó.
En 2017 se postuló para senador nacional pero fracasó en el intento. En el 2019 arrepintiéndose de sus dichos contra el kirchnerismo decidió sumarse al Frente de Todos y acompañar sorpresivamente a la fórmula Fernández- Fernández, es decir, al equipo ganador.
Su cintura política lo posicionó al frente de la Cámara Baja y recientemente lo volvió un superministro. No importa el contexto político, la inflación o las internas, lo cierto es que Massa siempre cae parado.